ALVARO J. MARQUEZ

...PARA SIEMPRE (FINAL)

Sabía que ibas a reconocer ese anillo por lo que él representa, porque en su brillo hay una historia, la tuya... la mía... nuestra historia amor. Lo que vivimos, lo que sufrimos, la que ahora nos tiene aquí juntos de nuevo y esta vez... para siempre.

 

Nada de lo que se logra en la vida es fácil y lo nuestro no iba a ser la excepción, te confieso que estaba ya resignado a aceptar lo que sucedía como designios inapelables del destino, pronto se presentó la esperanza pero me llegó como una luz en la persona de tu madre. La misma persona que tanto luchó por separarnos, que te vendió una imagen tan mala de mí, que no se cansaba de hablar de clases sociales, de dinero, de poder, de riqueza... ésa fue la misma mujer que me buscó, pero con otra expresión, otra esencia, ahora había hasta un brillo en su mirada, antes era una mujer oscura y ahora traía una luz en su alma...

 

¿Sabes? Nos compró otros canarios y me hizo prometerle que a éstos no los dejaríamos morir. Bueno, el mío vive aún pero ha estado muy apagadito. Cuando sepa que estás de nuevo en casa y conmigo y ahora con nuestra bebé, llámame exagerado, pero creo que ese canario será inmortal... como lo es todo lo que nos concierne, sobre todo nuestro amor. No te doy la bienvenida a mi vida simplemente porque tú jamás has salido de ella...

 

Yo no te reprocho nada porque no te busqué para hacerte reproches ni para perdonarte, porque para que haya perdón tendría que haber culpa y aquí ni tú ni yo somos culpables, simplemente el destino jugó sus cartas y en todo juego hay ganadores y perdedores. A nosotros parecía que nos tocaba perder pero mira, estamos juntos otra vez y ahora con nuestra hija. No quiero que mires a tu madre como alguien que salió perdiendo en todo esto, porque creo que el cambio que ha sufrido, la proyecta como ganadora en un futuro próximo. Es otra persona...

 

Hay algo que quedó pendiente entre nosotros. Cuando me viste como mendigo me ofreciste un plato de comida y yo tenía unos deseos inmensos de gritarte que mi apetito sólo era de ti, por lo tanto quiero que desde hoy me permitas comerte a besos, comerte toda, disfrutar de tu piel, volver a sentir tu aliento en mi rostro, tus manos en las mías, en fin... La vida nos está dando una segunda oportunidad, vamos a vivirla, honremos al amor... tu amor... mi amor... nuestro amor, hoy... y para siempre.