Alma al aire

Soledades de una noche

En un claro de luna

te soñé mientras miraba

el bailar de las luciérnagas

con su luz verde azulada.

Descubrí tu aliento suave

en el perfume de las flores

que tímidas se abrían

hacia nocturnos amores.

Y allí sentada sola,

la luna fue testigo

que ante el frío de la noche

tu recuerdo fue mi abrigo.

Y allí, entre los sueños

sorprendidos por la aurora

me dí cuenta que contigo

nunca más me sentí sola.