Ernesto Spinosa

AMOR POST MORTEM

Agonizaba

su pulso cesaba

su conciencia se diluía

y no lo ayudaste.

 

En la profunda morgue

en una sala con olor a muerte

veo sus inconfundibles despojos

veo su prematuro descompuesto cadáver.

 

Tendido en una metálica mesa

desnudo como viniera al mundo

debajo de una blanca sábana

lo observo con perplejidad

con terror.

 

Suturas miserables de la necropsia

unen las partes de su rígido cuerpo

señales de los violentos traumas

que causaron su deceso

son evidentes.

 

Sin voz

sin movimiento

sin respiración

exánime

tras las torturas a las que lo sometiste

esta noche velo su cuerpo

rezo por su inocente alma.

 

Mañana

aunque lleves flores a su tumba

ya no le interesan

aunque las acepte.

Sobre su eterno sepulcro

ahora el pobre amor

ya está para siempre muerto.