Andrés Mª

EN LA CATEDRAL DE MIS SUEÑOS

Ya no quedan más hojas

que sople el viento,

ni alfombras amarillas,

junto al río,

en la catedral gigante

-de miles de columnas-

de mi sueño sagrado.

Llegó el invierno,

montando su caballo blanco

-sin cascabeles-

con cascos de fuego frío,

que van marcando silencios

con carcajadas de viento y ceniza.

¡Qué bello que está mi bosque,

sin la túnica del tiempo,

adornada de minutos!

El viento juega en los troncos

y entona una canción de órgano,

en la catedral gigante

de mi sueño sagrado.

 

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