La vi pasar por mis pensamientos en la mañana y a su paso dejar perfumes que invadieron mis sueños de fragancia y olores exquisitos. En la tarde te halle sentada en mi corazon escribiendo en sabanas blancas lo que pasaria en nuestro encuentro o tal ves lo que los astros con sus signos zodiacales quieren imprimirle a los destinos. En la noche, ya no te halle porque te habias marchado al otro lado del rio donde las palomas llegaban a anidar sus polluelos en la temporada de invierno y donde las lavanderas con sus cuentos de brujas y hechiceros mataban el hambre y mandaban a los vivos a convivir con los muertos. Fue entonces a la luz de un farol con su luz tenue donde empece escribi esta carta tratando de encontrar mas alla donde el pensamiento llega y mas alla donde la razon la permite, una explicacion de porque te habias marchado al otro lado del rio dejando un vacio enorme en mi alma sin que encuentre aun un alivio a mi pena. Anduve por los rincones del recuerdo y donde el dolor quema tanto como el olvido tratando de asimilar tu mundo que pense que era también el mio, para poder masticar las noches que rumiaban preguntandome donde estabas tu.
Escarbe la tierra y viaje hacia el fondo del mar en mis propias emociones, escribi tu nombre en las calles olvidadas de mi pueblo y hasta llegue a pensar que la vida me sobraba cuando no te pude hallar. Fue en la noche con el silencio de los pescadores en el rio y la suave brisa de los vientos los que me trajeron de nuevo tu perfume. Tome mi barca y mi remo y un monton de poemas que habia escrito para ti cada ves que veia la tarde perderse entre la oscuridad de la noche y el nuevo dia aparecer en el poniente. Alli estabas desnuda mirando las estrellas viajando al mismo mundo que nos abrio las puertas esa mañana cuando nos conocimos. Recuerdo que en los ojos ambos teniamos elaborados los besos y en los corazones, un amor anticipado que revoleteaba como mariposas buscando la estacion. No hubieron palabras ese dia como tampoco ahora que te has ido al otro lado del rio.