ALFREDO

CALLE 6

Nadie necesita de poemas
mucho menos
de cartas amorosas;
le son prescindibles
las playas
y sus ocasos de ojos parpadeantes.
Nadie quiere cielos despejados
ni romanticismo exagerado
y agobiante.
Nadie desea un descanso en los kilómetros
ni una cueva de refugio
en las frías penas.
Nadie quiere escalar una montaña
y asumir retos
donde converjan el cuerpo y el espíritu.
Nadie necesita un universo a su medida,
ni la independencia de su mundo
absolutista.
Nadie anhela pétalos emergiendo
desde el suelo,
ni lluvia
fantasiosa de colores.
Nadie urge de medidas y
parámetros
que rijan su vida caprichosa.
Nadie quiere ser nadie,
aun así,
guardan el silencio en sus bolsillos
y en sus aburridas miradas de cobarde.