PINONA

Mi Deseo

Tarde grisácea de frío invierno,

Ramas desnudas y entrelazadas,

Lágrimas inertes de cielo tierno

Fluyen a través de nubes abrazadas.                                                  

 

Entre sorbitos de ron, la melancolía retoza (se ahoga),

Pedacito de aquellos sueños, soñados a ciegas,

Sentidos, vividos en una vieja choza,                  

Recuerdos, remembranza que todo anegas. 

 

Sin rastro, sin rostro y sin pena,

Sin manos, que acuñaran mi moneda,

Sin brazos, que firmes asieran,

Sin vientre sobre el que encender mi hoguera.

 

Con mirada, cercana, ausente y silente,

Con presencia, cual cirio encendido en la iglesia,              

Con aroma, que impregna mi mente,                 

Con promesas, de versos y besos

Que despierten hondos sentimientos.  

 

¡Besos!,

De bandidos aprensivos,

Captores de secretos escondidos.

¡Besos!,

De príncipes anónimos,

Ocultos entre la maleza y los libros.

¡Besos!,

De locos perdidos,

Malheridos que han sobrevivido.

 

¡Besos!

 

Dulces, tiernos,

Que liben mi piel de tu miel misteriosa;

Pequeños, deliciosos,

Efluvio de aromas empalagosos;

Ardientes, lujuriosos,

Tentación de caricias al viento;

Sabrosos, escandalosos,

Humedad que haya sentidos.

 

Pensativos,

Cantarines,

Ardorosos.

Alegres,

Mimosos,

Coloridos.

Serios,

Entristecidos,

       Luminosos.

     Espontáneos,

Cutáneos,

    ¡o subterráneos!

 

¡Besos!,

Siempre besos,

Eso es lo que quiero,

Ese es mi son,

Ese es mi deseo,

Eso es lo que soy.

 

MARTA DORESTE