Me recuerdas a una noche donde buscaba el sol
por tantas horas lejanas,
por los días que uno escondió el rosal en el jardín…
y ve pasar el cielo de otros mares,
dato y dilema de un amor correspondido.
Me recuerdas a esos lugares donde nuestros cuerpos
transitaban desnudos de la alfombra a la cama,
tratando de dibujar el la galaxia de tus ojos un universo…
y mientras el ocaso y su atardecer nos buscaban,
tú y yo permanecíamos dormidos.
Hace años, amor, pertenecíamos a un amor inconcluso…
y escapábamos a otro muro
a arañar las paredes de amor fugitivo.
Me recuerdas a algo que ya no recuerdo,
a la existencia de permanecer despierto para olvidar…
teniendo miedo al recuerdo.
Si te has ido jamás te he recordado…
ya no duerme con nosotros esas sabanas
que han ocultado tus senos,
entonces, no creas que has de ganar esta batalla…
juro por Dios que me has enamorado.