Geovani

Eres el amor de mi vida.

Eres el amor de mi vida, la mujer más bella,

tienes la noche en tus ojos y tus pupilas son las estrellas,

en tu corazón nace y vive el amor y la primavera,

es tuyo el universo, mi alma, todos las caricias que siempre te diera.

 

Los sagrados y románticos besos,

bajo la luz de la luna entre almas enamoradas,

en la noche que la gobiernas con caricias y besos,

en la que se encienden las llamas de pasión en tu mirada.

 

Besos que nos entregamos lentamente, sin prisas,

rosas de abril, caricias tiernas sobre tu mejilla,

luz que me alegra y me enamora al ver tu sonrisa,

¡Ay! Noche tan romántica de excelsas maravillas.

 

Deleite de besos en tus deliciosos labios rojos,

miradas de tus negros y amorosos ojos,

retiro de tu cabello con ternura esa diadema,

te adorna y complementa más tu belleza.

 

Historia que se escribe de la mano de una dama joven y bella,

con quien comparto mi vida, la mujer que amo y quiero,

porque cada mañana su tierna sonrisa me alegra,

guardo de ella todos sus deliciosos besos.

 

Misteriosos versos sobre el papel tu mano escribe, felices,

cuanto nos amamos, nuestro amor relatan, cosas hermosas dicen,

escribiéndolo todo con una tinta negra, muy oscura,

tanto como la noche que corre por las llanuras.

 

Abrazándote con mucho amor bajo la luna, amada mía,

hasta con mi sangre, si tú lo quieres, cuanto te amo escribiría,

un amor tan grande que da vida dentro de nuestras vidas,

a tu lado mi amor, pura, hermosa, perfecta y divina.

 

Un amor que vivimos junto al agua de la fuente,

que en ocasiones se vuelve un poco vehemente,

otras veces tierno y suave como el aroma de las flores,

mientras me recitas tus verso tan bellos y conmovedores.

 

Creando nuestro propio paraíso en el cielo,

adorándonos en eterno embeleso,

arrodillándome ante ti, ante tanta belleza, para darte un beso,

para cumplir todos hasta el último de tus deseos.

 

Soy para ti, para hacerte feliz, ese es mi anhelo,

pasamos noches bajo la luna besándonos bajo el cielo,

amándote sin límite querida y especial doncella,

en ésta noche en que nada es como tú de bella.

 

“Noche quieta, casi sin sonidos, sosegada, en la que ni siquiera el viento a susurrar se atreve, para no molestarte al cruzar entre los árboles, entre las ramas, por las hojas de los abetos que suavemente mueve, así como acaricia tu cabello mientras se llena de pequeños copos de nieve, noche romántica y un poco fría, en la que nos besamos mientras en lo alto la luna brilla, en la que los faroles iluminan tenuemente las calles románticas de Sevilla.”