Luisa Arias Soto

Mi Pluma Roja


La pluma roja de mi complejo ser mengua

entre mis dedos de extrañas ironías,

se posa sola en el papel tiñéndolo todo de rojo,

 

Una gran mancha no deja ver nada más,

solo una enorme herida que no para de sangrar,

solo un inmenso vacío que no puedo llenar,

todo es tan distante y apocalíptico,

se van muriendo las esperanzas de mejorar mi percepción.

 

Una especie nueva de grietas se quedan en mi alma,

todas surcan las hileras de trabajos incompletos y absurdos.

 

Mi pluma roja se está quedando seca,

no vale la pena escribir sobre tanta tristeza me dice,

todo en tu espacio se está volviendo sombrío y atónito,

(olvide sonreír, el día continua gris replique para mis adentros)

y las noches continúan diferentes

y nadie más que yo lo veo,

lo siento y lo dejo quemarme entera.

 

Cuando se crece todo parece tan difícil,

se extrañan los días claros de la infancia,

las pequeñas travesuras, las risas fugases,

se extrañan los lápices de colores pastel

que se han cambiado por plumas de diferentes colores,

de matices inconfundibles y abrumadores

que no permiten un error sin dejar de manchar el papel,

sin permitir el arrepentimiento y dejar que me equivoque,

el papel se está terminando y,

sin embargo mi pluma roja no deja de escribir…