Geovani

Evanescencia nocturna.

Poco a poco con sencillas palabras me enamoraste,

de un amor grande y puro mi corazón llenaste,

¡Cuánto te amo! No puedo dejar de amar la sombra de tu amor distante,

te necesito a mi lado, un momento, un instante.

 

Aunque sea pequeño, tan pequeño como la vida misma,

tan pequeño como eternamente, tan eterno como nuestros besos,

tan lleno de pasión y vida como nuestros abrazos y embelesos,

como un ángel que viene por mí atravesando el bosque espeso.

 

Me hace tan feliz estar contigo, me fascina verte,

me encanta tu cabello con los reflejos del sol en el crepúsculo inerte,

la luna posada en tus ojos, espontánea,

como el cristal frágil de la ventana.

 

Sueños hermosos vueltos realidad entre la espesura,

entre el bosque frondoso en el que caminamos y te tomo por la cintura,

te doy besos y respiro tu fragancia, me lleno de tu alma pura,

en tanto el ocaso propicia cada vez más la ternura.

 

Llegamos a nuestro hogar y nos recargamos en el muro,

recorren mis manos tu vestido de terciopelo oscuro,

siguiendo las huellas perfumadas de tu sombra,

que quedan impregnadas por toda la habitación, por toda la alfombra.

 

Noche donde nacen incontables suspiros,

llenos de amor y dulzura perfumando los céfiros,

volando por nuestro alrededor los besos,

llegando a tu boca y tus mejillas ilesos.

 

Se escucha a lo lejos una romántica melodía de piano,

con dulzura posas sobre mi rostro tu suave mano,

y siguen los tiernos besos su pauta,

junto a la melodía que acompaña frases de oro una flauta.

 

Nuestro amor crece cada día con el pasar del estío,

ahora ha llegado el otoño con su temporal sombrío,

aún así prevalece más nuestro amor y nuestros sueños,

evocan a los besos, a las caricias, a nuestros anhelos.

 

Las rosas se deshacen de sus espinas,

mientras me llenas de tu aroma y tus caricias,

de tu amor inmenso que me hace tan feliz, que me fascina,

callando las palabras en puntos finales y suicidas.

 

Cuánto te amo mi mariposa nocturna,

evanescencia de la luna en tus hermosas pupilas,

haciendo de nuestro amor una laguna,

volando pétalos sobre tu piel, toman tu perfume y llenando de el a la noche sombría.

 

Llenare de besos tus labios tiernos y rojos, me reflejaré en tus bellos y dulces ojos, te llenaré de besos misteriosa flor exótica, me tienes en tu hechizo de amor mi princesa hipnótica, tomaré para mí esa sonrisa única y risueña, siempre tan inocente, sutil y tierna, llenándonos de besos nocturnos, convirtiendo el tiempo taciturno, noche que se llena con nuestro desvelo, amándonos mirando las estrellas y la luna en nuestro cielo.