*PADRE*
Cuantas horas de duro trabajo para entregarte en casa ese sórdido sueldo
cuantas humillaciones de espíritus honrados y sinceros valen este dinero,
siete hijos con flema de año, esperan que llegue la prosperidad del sueño
mientras se pasan los ropajes del grande al chico para estirar un céntimo.
*MADRE*
Siete veces de parto seguido, sin opción a fiesta, ágape, sarao, sólo afecto
el amor a la familia aumenta, cada tiempo, cada día, cada sueño de madre,
lavando, repasando y remendando las escasas ropas cuando la noche sale
mientras siete niños eternos de familia se acuestan con el beso del padre.
*HIJOS*
Al paso del tiempo llega con las letras la sabiduría y el apiñado ser de todo
los más mayores acaban sus estudios y los demás empujan con su saber,
engrosando la familia con dinero para agradecerle a los padres el sacrificio
de la hermosa familia repleta de cariño, afecto, cordura, colectiva y eterna.
*HIJAS*
La madre y el padre con ganas serenas de entregarle su saber a las hijas
se orgullecen de conseguir embelesar a la familia con el amor de padres,
que enseñaron a los retoños el valor del esfuerzo personal para vivir bien
en el caos de una sociedad que reniega de que todos los hijos son amor.
*CALOR*
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
9 de diciembre 2011