Tula

Entre dos islas


 

Hay una isla rota

que gime en su agonía de olvido,

donde los perros ladran a la luna

porque si,

bandadas de aves no marinas

se adueñan de las costas,

se mueren de los peces

y cantan al cielo sus plegarias

de potros sin praderas.

Hay una isla rota

donde todos han sido guerreros

de la nada,

cortando las más de cincuenta cabezas

a la bestia que corrompe a sus hijos.

Hay una isla rota

que no sabe donde hay otra isla

 

… en la que los gallos cantan

su interminable sinfonía de mañana

y algunos perros ladran su abandono,

donde el viento de las montañas

susurra su nombre,

aves de tierra firme

arriban a sus costas y se mueren sin peces

y al final del acantilado

el mar abre sus brazos.

 

Hay una isla, que si sabe,

dónde hay otra isla.