efraguza123

Colegiala

        

La colegiala tiñó mi corazón

con los colores de las mariposas tropicales

y me embriagó con sus palabras

que tenían la música de las órbitas

que marcan las huellas siderales.

 

De su mano subí al cielo

para hallarme cara a cara

con los furiosos gigantes

que destruí con presteza

con el peso de las verdades.

 

Con mis besos florecidos

dibujé los arreboles en su faz

y sin dejar de ser niña

me entregó su flor oculta

para hacer de mí el más feliz

de los mortales hombres

entre sus pétalos virginales.

 

Mas llegó el día que el viento

arrebató de su cabeza

la diadema de esperanza

y la fragancia de la orquídea

y aquel nefasto día

fuimos a pasar la noche

en los bosques donde las penas

tejen los suplicios y dolores

con afilados colmillos.

 

Pero para  los dos ya era tarde

porque de la profunda entraña

del amor moribundo

habían nacido tres hijos

que llenaron de inocencia

y candoroso bullicio

las habitaciones y los patios

de la casa solariega.

 

El leopardo agazapado y temido

llegó entre la espesura de la noche

para clavar sus garras en el corazón

por las amapolas vencido.

 

Agonizante vi como la colegiala

se fue como el cisne que presiente el peligro

mientras mi alma se ocultó en el pantano

para seguir allí viviendo

como el lirio solitario

que la indiferencia observa

como si fuera sólo imaginario.

Efraín Gutiérrez Zambrano

De su poemario Alquimia del Amor