Camilo Gaitán Avila

La tierra encantada de los espejos

Estoy en un lugar donde no hay nada
Donde la tristeza es cama
Y en los labios dormidos, habita nostalgia
Y en cada verso perdido, se van mis palabras
Solo me queda el consuelo de pintar
A mil trazos, un océano abierto y ahogado,
Como un orificio en el espacio, donde ir a echar cuentas
Y botar en mí tu regazo, y añorar un instante
Doblegado a tus brazos,
Y en el nombre de los olvidados
Hacer de tu pecho recinto a este arrinconado
A este  que vive en silencio añorando,
Palabras, versos y en aliento eterno,
Suspirando de nuevo
Obtener del silencio el calor de tus manos
Y arrojado a tu estrado morir ese instante
Y resucitar acurrucado en tus senos.