ya llegué a viejo,
no sé que pensar,
si los años pasaron
y no volverán.
Pero lo más gratificante de la vida,
fue haberme casado contigo mujer querida.
Y a pesar de que en el cielo reposas amor,
solo la vejes y la muerte,
nos separo con dolor.
Porque enterrado a tu lado quiero estar,
por que ni a otras mujeres después de ti no pude mirar,
solo me has dejado por irte a descansar.
Prometo amor aunque casi no pueda hablar,
amarte eternamente lo que me queda de vida,
aun me encuentre bajo tierra, volando al viento o fondo del mar.
Solo rezo por irme a descansar
y por ti mi vida,
al cielo he de llegar.
Porque nuestro amor no ha muerto,
ni el agua que había en el desierto,
porque te seguiré amando y eso si es muy cierto.
Reposo y sigo esperando en la mecedora,
a que por fin llegue la hora,
que me vea ya contigo,
para sentir de nuevo
tu dulce abrigo.