Luisg

La Guerra de los Golfos

Clarines y timbales anuncian tiempos de guerra.
Herederos del escriba id lanzando el pregón.
Contadlo a los cuatro puntos cardinales,
sólo la verdad, sin venderos a ningún postor.
Renunciad a las trece monedas,
que vuestros aliados sean la integridad y el honor.
Decid que el hombre mata al hombre,
que el viento compone música con la vergüenza y el dolor.
Crescendo imposible de notas amargas.
Piano patético de desolación.
Allegro sin fuerza que dura un minuto.
Andante sin rumbo ni dirección.
Las mismas batallas de otras cien guerras.
Los mismos errores. La misma obsesión.
Los mismos  iluminados y falsos profetas,
esclavos de su odio, su intolerancia y su ambición.
¿Por qué conformarme sólo con uno,
si robando a mi hermano podría tener dos?
¿Para que molestarme en escuchar al que tengo al lado,
si lo único que quiero es oír mi propia voz?
Suenan timbales abrid  la caja del trueno.
Ladys and gentlemen que dé comienzo el show.
Ved el maldito juego en el que el rico se hace más rico
y el pobre cava aún más hondo el pozo de su desesperación.
Vedlo tranquilitos, desde la barrera,
vistiendo vuestro mejor traje de despreocupación.
Y en los días santos id al templo bien limpitos,
a acallar vuestras conciencias con limosnas y oración.

Todos los derechos reservados por su autor: Luis González-Aller