ALVARO J. MARQUEZ

PRÉSTAME...

"Por tu nobleza y tu buena esencia,/ por la luz que en tu alma se anida,/ pago con gusto la sentencia/ de amarte toda mi vida".

 

Para hacer mi poema hoy necesito tu ayuda,

tranquila, que no tendrás que posar desnuda,

tan sólo prestarme de ti algunas cosas...

Pudiera en otra persona seguramente buscarlas,

no dudo ni por un momento que podría hallarlas,

pero sé bien que nunca serían tan hermosas.

 

Préstame tus ojos para en mis letras iluminar

el alma de cada persona que se digne a buscar

algo que sea muy especial en mis escritos.

Todos los paisajes que en mi poema describa

que sean reflejos bellos de tu mirada viva,

con bellezas de muchos colores infinitos.

 

Préstame tu boca porque hablaré de los besos

y sabes que en temas de tanta pasíón como esos,

son tus labios para mí el camino a seguir...

Y también hablaré en mi poema de la vida

y éste, tu humilde servidor jamás olvida,

que al besarte es cuando más he querido vivir.

 

Préstame tu alma y no me veas como al diablo,

sabes que no es su mismo idioma el que hablo,

tu alma es para darle más sentido a mi poema,

cuando has amado con el alma, con pasión,

es precisamente ésa la increíble sensación

que siento que atraviesa mi cuerpo y me quema.

 

Préstame tu sonrisa, porque es luz de verdad,

es el resplandor más auténtico de la felicidad

que has traído a lo largo de mi existencia.

Sonríes porque es tu forma de acariciarme,

la manera más inmediata que tienes de darme

lo más selecto, lo más dulce de tu esencia.

 

Préstame tu corazón, para incluir sus latidos

y que se escuchen como unos divinos sonidos

y como música en tu pecho que por mí suena.

Préstame tu cuerpo, que sea mío, ya lo sentí,

así al final del poema que haré sólo para ti

sabré que pedirte prestado habrá valido la pena.