Claire

VIERNES 25. UNA TARDE COMO ESTA.

 

 

Te coseré con flores la sonrisa argentina

y las manos de azúcar te pintaré de mundo

cuando me llames Amor, en mil espejos.

 

Digo

- apenas suspendido el respiro -

que te amo.

Con este amor desnudo la ilusión

y te ato

a la vida eterna de un reloj

perdido

que decidió quererme en este instante.

 

¡Míralo!

El camino fragoso que se queja!

de mi melancolía y del absurdo andar

de sombras malheridas en conjeturas,

en frágiles palabras aturdidas.

 

Tal vez el alba duerma en esta tarde.

tal vez sea tarde

 

después de un tiempo de miles de años,

mi cuerpo que descansa en tu horizonte

y un nido de palabras suficientes.

 

Es que te quedaste con ojos de abismo

en mi pecho.

Y lucho para que tu paso se me haga

en los labios permanente.

Y sufro para que tu beso se me quede en las piernas

infinito

 

y húmeda tu boca me recubra la locura de delirio.

 

Me miras.

Desierto de lirios florece

en el mar más antiguo.

 

Te pido todo y todo se hace viento.

 

Pienso

que cada día estaremos

menos solos con nosotros

que espacio y tiempo dejarán

de ser distantes

que miraré mis manos de silencios

sin dudar que existes...


sin sentir la noche  devastarme.