alfonsopocho

MI ROSTRO SE PONE GRIS

Mi  rostro se pone  gris, los surcos

Marcan la huella del tiempo transcurrido

Solo quedan vestigios de una juventud gastada

Pero llena de emociones, de pasiones jugadas.

 

Siempre el destino me presentó, mujeres

Hermosas, graciosas y nunca amargadas

Pese a que el rostro que me ha acompañado

Durante mi periodo terrenal, ha sufrido cambios

Notorios de una fuerza de gravedad avanzada

Que más vale no juzgar,

He sentido que

Ellas miraron mi interior, y que bueno que fue así

Que de alguna manera, les pareció

Mucho mejor, entretenido, y hasta varonil

Gracias a Dios.

 

Soy un cactus que aunque tosco  y espinudo

La flor que nace desde mi interior, luce

Mi  vida como una Gardenia o un  Serafín

De una corte celestial, ya no quiero envejecer

pero si no es así bueno que mas da

total ya lo vivví

 

Cuando creía que mi vida de hombre terminaba

Dios en toda su infinita consideración despertaba

Mi fuego con su delicada decisión de dar

 A este singular simplón una musa inspirada

En dar vida a este garañón.

Y todo esto gracias a Dios.