Elisabeth Gómez Rascón

Se descuelga la mañana y tu aún duermes

Se descuelga la mañana y tu aún duermes,

te miro, parece que tus ojos han escapado

a otro universo dónde los poetas nacen,

bailan dentro de tu cabeza.

Tu boca, tu boca calla todo lo que en unos minutos

será un simple cuento acompañado de dos cafés

y un juego existencialista para los que hablamos raro.

Espero que despiertes mientras el tiempo pasa

y aunque ya sepas que poco a poco estoy muriendo

he guardado un par de palabras en tu bolsillo

y un poco de lluvia para esos días de fuego.