Gerson E. A. Arenivar

Si apareces tú...

Si tras la tormenta apareces tú

y con tu mirada me iluminas;

si es tu silueta la que a contraluz

observo, mientras hacia mí caminas,

 

sabré bien que mi búsqueda de ti

en tus brazos compasivos termina

y que de mis esperanzas al fin

un brote de amor en mi ser germina.

 

Sabré, entonces, mientras tomo tu mano,

que de toda mi triste agonía

tus labios dibujaran en mi un trazo

y en tu beso volverá mi alegría.