Setefilla

* * * * CAMPANAS DE SOMBRA; INSPIRADO EN F. GARCIA LORCA * * * *

(Prosa inspirada en “Bodas de sangre” obra de F.G.Lorca y en el vídeo que acompaña.)

En este lugar en que la danza sale como rayo fulminante del alma de dos se va a desatar una tragedia. Él una torre de alta sombra; Ella un tallo de arrayán de vivos ojos.

“El duende que no llega si no ve posibilidad de muerte.(1) El duende…Qué oscura promesa”.

[Piensa y la mira él]

“Se sufre la agonía del momento cuando se baila .Y cuántas espadas en las palabras que callo…”.

[Ella piensa y lo mira].

E l  p r e c i s o  gesto. Estas esculturas que ondulan por la sala ensalzan el lenguaje, la boca perfecta, el oro que se derrama… En el aire ordenado en que se mueven los troncos de armonía, apenas vestidos con la túnica del sentimiento rezan por lo bajito a sus soledades.

 

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Tú tienes ¿por qué? niño los ojos
de rabia y de almíbar,
si la noche es lo suficiente negra
soy yo ¿por qué?, una onda de luz
que en ella tintinea.

Ay, hondo pozo de los sueños que eché,
¿es ella tan profunda como tú eres,
en mi costilla tie que latir tan fuerte 
como las viñas que en tí duermen?

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T a n  s o l a  ella en su soledad, tan solo él en el bodegón doliente. El amor, qué perseverante y qué duras raíces echa a los pies de quien el sueño quita…

Se liberan las primeras voces que atraviesan las auras de las vidrieras, viento de gargantas al compás. Tacones de polvo.Chiquitito el ruído que rueda y rueda por las arañas en las esquinas.
Entonces una quietud disimulada; “Ayes” comprimidos en los cuellos, en las espaldas de junco erectas, lentamente se desliza el movimiento en el tanteo…Hay un ritmo enjaulado en el cuerpo duro, en el suspiro breve. Ah, pero hablan los brazos como rama de almendro colorida.
Se han juntado los ojos teatrales haciendo galopar ríos de laureles, encendiendo las bocas casamenteras hirvientes de deseo de cuantas veces pensarse. Y así lo cuenta la guitarra añeja, y vieja se retuerce con la cintura rota tocando las cadencias punzadas de un acorde. Embiste mientras se retira. Embiste el instrumento contra los muros de las almas arañando las últimas estancias…


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Novia que sale galana
En orla de ancha cinta,
Viene el novio pidiendo 
El oro de sus pestañas, 
Por el monte de plata abajo
El sayo del amargo 
La cara negra la frente seca.

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Y  a  l a  s a z ó n, en una acometida de eterna elegancia española estira el figurín el torso” el flamenco es la hoja de azófar que hurga en la sangre”, elevando el mentón a los cielos. Y las manos. Entonces las manos se repliegan esparciendo estelas en el aire, como si dos medusas perfumadas tuvieran de nadar en aguas bendecidas.

Qué ella es mariposa indecisa que su querer quiere y él…Él que la espera un paso atrás colgando el pecho de un puntal de drama…

Qué él ha visto el lucero ensimismado que en los ojos de ella se baña. Y lo tiene que contemplar así, como se contempla a un lucero desde el campo abierto de Andalucía. Silente y absorto, con casta buena.

Y que ella ha visto una enredadera de rosas azabache en su pelo, y se pregunta si ha sido peinada por un rompeolas de noches sin luna. (2)

¡Ay, cuánta agonía aura alta de los ventanales!. Los mártires sobre el cuadro desplomando el peso entero, mártires ellos aprietan los labios y abren las manos como palmeras. 


-Y de pensar que han sido mis aguas las que arrastran tus arenas, y verte aquí corona de sombras, huyendo a este bosque de oscura ralea que va a endurecer la miel que en tu pecho llevas…maldita sea yo.

-¡Calla! y no digas. Aquí estamos. No sabes tú, que yo tengo una campana en la boca que cuando tú la besas trona con relámpagos que se escuchan en todos los cerros, y que pone una guirnalda de azahar en cada uno.
¡Vámonos! que ya se oyen los caballos cerca.

E n  u n a  c o m u n i ó n de chispas se tocan las pieles febriles, se rozan y tiemblan los bailarines. Y se levanta una hoguera como se levantara una cobra. En llanto rojo crepitan los troncos entre las llamas, puñado de romero quemado que da un sentido único a la sala, un olor amargo, un color oscuro. Tan trágica como es la cara del cariño no cumplido.

Y se escucha una voz de espino.

-Ay, qué equilibrio es éste que no me basta para sosterme, ¡madre qué oscuridad por el amor de Dios! Niño, en tus muslos de cera estoy yo viviendo.

-A un olivo seco estoy acarreando agua, mujer, en tus pechos de oro perdido. Trenzando hierbas amargas vivo yo.


(Silencio)


Y  e n  t a n t o los cuerpos en la danza como agua…Y el ramo verde de la novia blanca que no cesa…Como puños de furia arremeten los zapatos haciendo sangrar las astillas del suelo…Y son cuatro potros desvocados que se clavan en las llagas de cada uno, en los pies, en las venas… Y en tanto los cuerpos en la danza como agua…Y el ramo verde de la novia blanca que no cesa…

 

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Despierte la novia despierte
Qué despierte la novia despierte
La mañana de la boda
La mañana de la boda
…La mañana de…

 

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Notas de la autora
(1).- Expresión de F G Lorca [Teoría y juego del duende]
(2).- Gracias Esteban.
( ).-Los últimos versos son parte de la obra “Bodas de sangre”.



©Todos los derechos reservados.Setefilla AJ // Octubre // 2011