Alma al aire

Al alba

Suéltame el pelo

y desnúdame los hombros

besa uno de ellos

y cálame hasta el fondo,

rueda por mi cuello

que alimenta las palabras

rojas de deseo

que se ahogan en el habla.

 

Abrázame la espalda

enlazando en mi vientre

las manos tan grandes

que a mi corazón advierten

el desliz de locura

acercándose a mis pechos

blancos y pequeños

esperándote impacientes.

 

Quítame la ropa

que estorba los sentidos,

juega entre mis muslos

levantándome el vestido,

siente la tersura

de la piel delicada

que rompe los silencios

clamando ser amada.

 

Aparta la coraza

y libera mis cadenas

que se afirman poderosas

en la miel de mis poemas,

cúrame la boca

con las fuentes de tu alma,

toma mi cintura

y mátame en el alba.