Atrevida

Fui feliz

En la primera tarde de un verano lo conocí.

Me enseñó a descubrir un mundo de ilusiones,

un mundo en que lo nuestro no tendría fin.

Todo le creí, a su lado fui feliz.

Sólo fueron meses de risas y caricias,

de cuerpos extasiados, de besos prolongados.

Cada encuentro llevo grabado no sabiendo

hoy si llorar o reir.

Me conmuevo todavía al recordar

que con sus dedos dibujaba mi cara,

que mis manos ansiosas acariciaban su espalda,

que abrazados hablábamos hasta el alba,

que me sonrojaba cuando lo esperaba

en la plaza por los besos que me robaba,

que soñábamos despiertos unir

por siempre nuestras almas.