Recuerdo que a veces te detenías
y mis latidos contigo,
te quedabas mirando, buscando,
y de a poco te ibas alejando,
de que hubiese servido distraerte
o robarte ese momento
si andabas buscando
la felicidad distinta
que entiendo no era a mi lado,
sabiéndolo!, preferí la agonía
de tus besos,
la ceguera de tu alma,
las anomalías de tu ser,
decidido a quedar sin vida
y así perderme en el aire
y puedas ser feliz otra vez.