LEONARDO HENRRICY

CARTA ABIERTA A MI SANGRE

CARTA ABIERTA A MI SANGRE

 

 

 

 

 

Desde los tiempos de la inconciencia

te ví...

como cosa que existe sin sentido.

Atrapada por paredes frágiles

que frenan tu loco correr de débil mariposa.

 

Con pavor contemplaba tu color de furia desatada

por las esquinas del dolor.

 

Un miedo inhóspito me hincaba el horror que despertabas

en mi mente de niño madrugado.

Y con un sueño de niño malcriado,

quise sumergirme en tu verdad.

 

Sé que recibes con la inocencia del cordero

al verdugo infame,

y lo anidas en tu terreno fértil

con el cariño de una mañana fresca.

 

De muerte se viste tu fluir de río sosegado

por los causes desolados de la frágil materia

en tu lucha desleal con el que invade tu morada.

 

A veces siento el sonido inútil de tu queja callada.

 

Tu pena se habita en mi cerebro, pariendo un por qué

por las venas del alma.

 

Un vacio solitario me responde

la irónica verdad de los destinos

engendrado en tu estirpe de rey y soberano

sobre el ser y no ser de las desdichas.

 

No te culpo del extravío cruel que la mente anida

y derrama sin piedad sobre tus hombros.

Ni del camino de sombras que mis huellas pisan

para que sufras el repudio de los tontos.

 

Eres el cometa que invades mi universo

diseñado en el espacio selecto de los dioses.

Mi esperanza descansa con toda su ternura

en el fluir inmenso de tus soles.

 

LEO HENRY

(Leonardo Henrricy)