ELPRINCIPIANTE

HOY… NO QUIERO ESCRIBIRLE A LA TRISTEZA

 

 

 

HOY… NO QUIERO ESCRIBIRLE A LA TRISTEZA

 

 

 

Hoy… no quiero escribirle a la tristeza

pero sin quererlo quizás por inercia

de mi alma salen mil gotas de penas,

rocío de nostalgia, de largos pesares.

 

Como araña trepadora teje

aquí en mis rincones

sus redes letales,

sus trampas de hilos

que mi amor atrapan

y que mi ilusión la vuelven cristales.

 

Hoy soy una momia varada en el tiempo,

mi espíritu atado anhela ser ave,

mas inamovible me muevo en el sueño

y cuando despierto me envuelven mis males.

 

El aire me pesa, es densa neblina…

me duele el sufrir entre soledades,

cabizbajo cruzo por valles de muerte

y la esperanza… me elude, me evade.

 

En noches agrestes escucho sonrisas,

viles carcajadas de un viejo fantasma

es la alegría que de mi se burla

y en vaivén de olas de mi se retrae.

 

La luna no brilla en cuencas sin ojos,

en lagos opacos su luz no destella,

aunque sea bella o sea plenilunio,

en cielo sin nubes/ no deja su huella.

 

El recuerdo es eco que en ondas se expande,

sus círculos hieren mis concavidades,

y empapa mis labios de sal y amargura,

y en su apatía me vuelve un cobarde.

 

Un payaso trilce renuente al ensueño,

un ruin ruiseñor que enluta en su clave,

un alma que anda triste y moribunda

un fuego que quema por decir que aun arde.

 

Hoy… es la tristeza que a mi puerto arrima,

la que me hace verso sin rima y sin cauce,

y me empuja el viento siendo un alma en pena,

barco que navega/ por dolientes mares.

 

Que navega agreste, pequeña barquita…

que en cualquier peñasco choca y se deshace,

y ahora naufraga por la pobre vida

con la esperanza… de volverse nave.