Claire

EMPEZÓ A LLOVER SOBRE LOS LIRIOS UNA CANCIÓN DE AMOR

 

Porque eres música

...me calmas.

A.R.


 

 

Me estrangula el invierno con su tinta,

en una calle negra, interminable.

La calma se hace escándalo de locos,

jugando con la amnesia de la brisa,

nombrándome el recuerdo de amarillo.

 

Eres hierro a esta hora.

Y sal.

Y espina.

Manos de hoja en mi papel en pena,

absorbiéndome la noche que me pides.

 

A pesar de la lluvia, te amo entero.

En la ventana del sol - antes de todo  

trazándome la línea de tu boca.

 

Placer injusto me devora y vuelve

- primitivo, solitario y descalzo -

colado en un café que me envenena

triturándome de rojo los minutos.

 

Con dedos elegantes de horizonte

te dibujo.

 

Sola en tu puerta

dejándome

sola

contigo.

 

Lo sé.

Te estoy dictando tiempos que evaporan

y en la ciega visón de tu respiro

amaneces –ilusorio - en un pecado.

 

Arde el espejo donde te conozco,

y corre el viento entre la luz y la cruz

de este binario, mientras me rindo a vos

en laberintos.

 

Te amo cuando piensas que me ahogo,

me ahogo cuando piensas que respiro.

 

Fugaz será el suspiro que poso en la espera,

eternamente pasajera de tus pasos.