Mi otra yo

El juicio.

No me juzgues,

mi vida está llena,

de fracasos,

me han costado lagrimas ,

levantarme.

 

No seas tu mi verdugo,

pues no sabes mis penares,

tan solo los comentarios,

asertivos de un  cobarde.

 

Jure no permitir,

que mis alas lastimaran,

aun puedo emprender mi vuelo.

 

Volare tan alto,

que la luna podre tocar

y a el sol podre alcanzar.

 

No seas tu mi juez,

que no hay peor verdugo,

que el amor de uno mismo.