pescador

Poema nº1

Vivo la vida de otro,

la mía ya no la quiero;

mi corazón está roto,

averiado mi cerebro.

Mi llanto es una lluvia ácida

que abre agujeros en el suelo,

por eso guardo mis lágrimas

en un frasco de veneno.

La oscura tristeza navega

por la sangre de mis venas

y esa pena es la que riega

mis marchitas rosas negras.

El alma hecha jirones

la llevo cosida a mano,

tan llena de costurones,

que parece un muñeco de trapo.