MIRIAM RINCON U.

LOS INSTINTOS

LOS INSTINTOS

 Me duele la planta

de tanto andar caminos

sin llegar a ningún lado.

En vano aguzo el oído

Buscando la palabra que no escucho

así poder vibrar con todo el Universo.

Tengo cansada el alma

buscando inspiración pero se aleja,

es la niña coqueta, no se esconde,

mas nunca termina de asomar.

La pupila me duele

pero no puedo ver, quizás no sé mirar

tal vez nunca he sabido.

Percibo muy remoto

instinto  primitivo.

lo ahogo avergonzada

por temor a seguirlo.

Me apeno, me alegro,

por los que antes que yo

lo habían sentido,

y lo tomaron o lo desecharon.

En cualquier caso…

les reconozco más autenticidad,

de la que puedo darle

a mi contrito espíritu.

A veces mi piel excreta

sensaciones impúdicas

de resabios añejos,

vividos como en sueño…

no hay precisión de cronos

pero sé  que estuvieron

en espacios que preferí borrar.

Quise darle a mi  rostro un velo

una túnica a mi cuerpo,

ambos lo rechazaron

porque ya no querían

seguir enmascarados…

¿Ahora yo qué hago

cómo andar lo que resta

con ellos dos desnudos,

con ellos dos desinhibidos

mostrando al transeúnte lo que valgo?

Los dos me inquietan

pues los dos han roto

con todo aquello que los represaba.

Cual pesado fardo

me caen encima,

 a gritos reclaman

la turbia herencia

que les fui negando.

Desde que pasó

Ya nada me alienta

Duermo en sobresalto.

¡Temblando les toco!

 

Ya no los palparé como hace tanto

¡Aún están allí

aún no se han ido,

mas sé que lo harán

un día cualquiera!

¡Despertaré ya se habrán ido…!

Ya no los palparé como hace tanto

porque aunque quiera detenerlos

se habrán emancipado.

Buscando nuevas formas

en el austral entorno

que les fue prometido

 

 

PROTEGIDOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR

MIRIAM RINCÓN U.