ANMAR

Me adentro en esas horas silenciosas...

Cuando el cielo quiere abrir sus ojos

Y comienza a arrojar diamantes,

me adentro en esas horas silenciosas

buscando sorprenderte aun dormido,

te encuentro amor mío y te veo como

un ángel yacido apuesto y  noble.

Están tus ojos hilvanados y no quiero

pero me halas a tu lado, me siento

en tu lecho; comienzo a peregrinar

por tus labios y canto sobre ellos,

con el ritual escarlata que te atrae;

mientras despacio escribo mi epitafio,

desgajo  tu sueño con mis dedos,

con mis manos tersas, prodigiosas,

prolongo ese instante tan intimo,

el alba nos da de su fragancia,

el viento entona su guitarra,

entre los arboles preñados

de grandes, realidades y utopías

nace abundante al pie de ellos

nuestro remanso de amor