moreliano

No extraño

No extraño tus besos, porque es mía tu boca

Ni el reflejo de tus ojos porque tu mirada es mía

No extraño tus manos por que he guardado tus caricias

Son mías las horas, en que divagas

Como los besos que me propicias

No hay sed que no calmen tus labios

Ni ansiedad que no sacie tu boca

Son tus caricias refugio de mi pasión

Tu cuerpo de mis manos

Es tu mirada, la llama

 

Que enciende mis calores

Acariciando con tibieza mis ansias

Encerrándome en un sueño profundo

Donde se funden las almas

En un abrigar de cuerpos en la intimidad de la cama