Arturo Nafarrate

Arrebato a la vida

 

Apenas ha salido el sol, y "Ella" se dispone a trabajar,Sale de su casa como un día normal, solo que ha decidido caminar,La sombra de tras de ella se ha vuelto cercana,Ahora las manos de esa sombra la tienen rodeada.

Con adhesivos y lasos infernales han juntado sus brazos y piernas,Con un trapo sucio han sellado sus gritos,Con fuerza ha sido sometida,Ah una tormenta que apenas comienza.
¡Desorientada!, ¡alterada!, sin saber de su vida, encontrada en la nada,Pide a gritos ser soltada!, porque?, porque me sucede a mí? dios mío,Grita ella con dolor en desespero, Pero no entiende que no es la única.
Su vida se ha trocado en un trueque,¡En un maldito trueque!,Y ella sin contar los días no sabe, que ya han pasado más de dos meces.
¡Se le han acabado las fuerzas!, y ahora, pide sollozando, que la dejen observar,¡Que la dejen observar un poco de luz!,¡Que la dejen mirar su propio rostro denotado de hiel!,¡Que la dejen y que sea libre como lo fue ayer!

Por otra parte, su familia no para de pensar,¿Tendrá frio?, ¿calor?, ¿Tendrá hambre mi niña?,¡Dice su madre y no para de sufrir y mucho menos! de llorar.
En su mundo reducido a un cuarto, Hay una manta,Es el escudo perfecto para soñar, le encanta soñar,Soñar ¡que vera de nuevo el sol!, el mismo sol que la acompañoAl arrebato de su corazón.
¡Ya han pasado más de seis meces!Y ella, ya no cree en la justicia divina,Ella ha perdido todas las esperanzas,Ella sigue viva por el simple hecho de tener alma.
Necesita paz mental, necesita descansar,Necesita saber cuánto tiempo lleva muerta en vida,Necesita muchas cosas, pero sobre todo, necesita¡Felicidad!
Han pasado ya dos años, y el monto total del truequeNo ha llegado ni siquiera a la mitad,Ella esta tan acostumbrada a la frialdadQue ni una pistola en la cabeza la puede asustar.


Su cuerpo ha sido dividido varias veces,Por paquetería han llegado partes de su ser,En un dedo va una lágrima de aquella mujer,¡En un pie la tortura existente marcada por siempre!
El malhechor ha dejado una cadena ahí a la vista,Con la cabeza hacia abajo ella se ha dado por vencida,Rodeando su cuello, ella ya se ha decidido,Hoy a muerto encontrando su segunda muerte en el destino.
Sus allegados, ya no saben si entrar en melancolía oEn jubilo, porque hoy ella ha sido liberada, pero, sin esperarloSiempre se sabrá que su vida,¡Fue arrebatada!
Hoy, ese mismo malhechor está cobrando el intercambio de vida,Por efectivo, y sigue suelto, ¿Quién lo hizo dueño de la vida ajena?¿Quién le dio el derecho de arrebatarle la vida a un ser humano?Son muchas las preguntas que nos podemos llegar a hacer y nunca,Obtendremos esa respuesta.
Se han burlado del derecho de vivir,¡Se ha olvidado el daño a terceros!,Que la historia de la humanidad siga,Y, que se sigan, ¡Arrebatando vidas!