ALVARO J. MARQUEZ

¡BATMAN!

"No es fácil interpretar en realidad/ lo que toda una nación anhela,/ pero hace falta ante la inseguridad,/ un héroe similar en Venezuela".

 

Sabemos que no hay un Batman ni lo hubo

y si acaso, lo hubiese sería una buena nueva,

imaginarse al héroe bajando por su batitubo

y saliendo a toda velocidad de su baticueva.

 

Robin vestido como siempre con su malla

y su antifaz que muy grande tampoco era,

luchando por mantener al hampa a raya,

ambos usando su ropa interior por fuera.

 

Les hablo de una serie de los años sesenta,

es decir que esta serie ya es bastante viejita,

asumamos que Batman comía más de la cuenta

y sería por eso que a leguas se le veía la pancita.

 

Ellos eran capaces de resolver cualquier misterio

de tantos truhanes que hallaban en su camino,

como “El Guasón”, un payaso al que nunca vi serio

o “El Acertijo” o el siempre temible “Pingüino”.

 

El Comisionado con mucho asombro en su cara

recurría al batifono porque nunca resolvía nada,

no tuvo una compañía de teléfono que averiguara

de dónde rayos podía hacer Batman cada llamada.

 

Fue Batman sin dudas, un personaje ingenioso

y por eso llegó a tener en su época tanta fama,

lo vimos con villanos pero miren qué curioso,

muy pocas veces se le vio al lado de una dama.

 

Sólo “Gatúbela” logró ponerlo contra la pared

para tratar de sacarle un beso o alguna caricia,

pero el “hombre murciélago” bien lo sabe usted,

entre la mujer y la ley siempre prefería la justicia.

 

Contaba Batman con una sofisticada computadora

que a los villanos lo ayudaba mucho a perseguir,

no como esos aparatos que tenemos todos ahora,

que les entra cualquier virus y ya no quieren servir.

 

Me pregunto viendo la inseguridad en mi país

y ya que yo tan fanático de esta serie he sido,

si acaso no sería en realidad una idea muy feliz

que existiera un Batman por lo menos parecido.

 

Perdone usted amiga lectora o usted amigo lector,

si logro que este escrito tal vez hasta lo deteste...

Imagino que han leído de mí algo mucho mejor,

pero nunca había escrito un “bati-poema” como éste.