Mayte Salguero

PELLIZCO EN SALIVA

 


Calzando la juventud de mis calcetines blancos,
voy sembrando las huellas de tu tierra fértil,
ilusión eréctil en la puesta de largo,
sonando a milagro y con sonrisa de fénix.

Volcada en desnudo sobre tu ángulo,
túnica del oráculo que protege mis rezos,
madura el beso espontáneo del habitáculo
donde comulgamos cómplices al sentimiento.

Subida a la excepción de la vivencia,
bulle la coincidencia desde el iris al corazón,
latidos en on exprimiéndonos la esencia
que lleva la solvencia de este gran amor.

Dormida en la palabra que sueña a mi lado,
festejo el embriagado cáliz de tu verso,
despierta en tu sueño te escribo en los labios
para dejarte sellado tanto cuanto te siento.



Esencia