El Lobo Patagonico

Qué Ingenuidad La Mía

Qué ingenuidad la mía
De pensar que ella se fijaría
Hasta que la mentira debió existir entre mis pupilas.

Qué ingenuidad la mía
De creer que oportunidad existiría
En el simple hecho de mirar de cómo ella sonreía.

Si no fuera por mi comprensión expedita
Hubiera caído con desprendimiento en mi herejía
Y el sueño ella lo creería.

Sí, yo soy aquel poeta
El que escribió esos versos para tu sonrisa
Que tonto fuí y tu lo sabias.

Qué ingenuidad la mía.