Eremita

TORMENTA

La parquedad  es consumida por mi vehemencia

en esta tormenta, donde intento callar al silencio

En medio de  esta tempestad me acoge la calma.

Y me resguardo de la voluntad de Dios.

Dentro puedo ser una niña y evitar el peso de la razón.

 

En esta noche la conciencia me persigue,

Y los gritos se esparcen con el viento,

 

     se escapan   los sueños que no anhelo,

y el silencio desembarca en la parte visible de mi alma

me pongo a pensar

¡Que delito mas grande.¡

¡Que pecado mas insaciable.¡

 

Deambulo entre el mar de mis sinrazones,

Buscando una respuesta a mi desgano,

y me enredo en los acertijos del porque , del talvez.

 

Tomare como un lago que bebe de la lluvia,

para ser inmenso, para ser mas.