mardazu

EL HOMBRE ALADO DE MARTE DUEÑO DE LA PALABRA AGRACIADA

Naci como el hombre alado de Marte dueño de la palabra agraciada.

 

Brincando sobre lunas, soles hoyos negros; mis tristezas, alegrías, los recuerdos de otras vidas; Hombre alado por los sueños, los deseos, el poder de seguir creyendo y fortaleciendo cada vez que por el anuncio toco el suelo; De Marte porque solo yo habito, solo e incomprendido, en un planeta que desértico y rojo de sangre; La palabra agraciada proviene del llanto, de la risa en mi ser, en el tuyo, en el de los temas y en los míos.

 

Crecí como el hombre alado de Marte dueño de la palabra agraciada.

 

Aprendiendo a volar en un universo sin aire, sin luz, sin calor; hablando solo con el vacio mis secretos, mis cosas personales. Enamorado sin rumbo, corazón auto apuñalado, perdido en el genocidio de mis fracasos; enemigo de las serpientes, los gatos, las focas y los hipócritas; guerrero que decapita con el simple uso de la palabra precisa.

 

Moriré como el hombre alado de Marte dueño de la palabra agraciada.

 

Obligado a volar alto, obligado a esconderme del sol, obligado a gritar en silencio; diré ahora con el poder de mis alas que revolotean alrededor de la luna:

                                Amo el amor, el dolor, las tristezas sin ellas sería solo uno más

 

Diré que ya no callare mas, estoy enamorado de la vida, dolido de la vida, triste por la vida circunstancialmente igual de ti; de no ser así no sería el hombre alado de Marte de la sonrisa agraciada.

 

Alas de veracidad, dulzura y entrega; proveniente de tierras inexploradas que compartiré con la mujer precisa

Propietario de nada y dueño de todo; mis palabras no son exactas pero son agraciadas y como el dueño digo:

                Amo la vida que me da la música, mi mujer y mis amigos que es todo lo que necesito.