Job Rodriguez

Musitar de invierno

Entre las brisas de invierno se escucha un tenue musitar

El sol se encuentra más distante que nunca, oculto frente a sus ojos, y la piel que pide su calor

Dos personas duermen bajo un árbol helado, espalda a espalda, distintas direcciones llevan tatuadas en sus almas

Bajo un cielo inmenso, son solo dos personas anhelando una intima fantasía

Las hojas caen y entre su baile de gravedad al suelo, dibujan sus sentimientos callados

Al caer, suave murmullo del latir de un corazón, que desconoce su futuro…

 

Comienza una historia de aquellas que deben no ser mencionadas

Una canción a lo lejano suena,  siempre en la misma dirección, siempre acompañada con un agrio aroma a desolación…

 

A lo lejos se puede deslumbrar un lago… en él, reflejos de viejos recuerdos llevados al presente

Cuando eran jóvenes se confesaron su amor, se dijeron que se amaban más allá de cualquier realidad  

Ignorantes y felices de la mano pasaron juntos los años

Mas la duda, la sátira en sus corazones siempre supo lo que realmente pasaría

Parecería una cruel broma, cosas del destino, misma sensación como la primera vez que se conoce el aire caliente entrando por sus pulmones al nacer

Mismo sentimiento que le hace preguntarse todas las noches antes de dormir

¿Podre despertar y esperar escuchar tu voz entre el cantar de las aves del parque?

A veces se encuentran pensando en aquel viejo recuerdo,  grabado con tal excitación sobre el tronco del árbol que siempre frecuentaron

En ellas las iníciales de un amor, de sus corazones hicieron palabras cinceladas con eterna pasión

Deseos íntimos que deben permanecer en prohibido silencio

Deseos que desnudaron sus corazones y cuerpos ante sus inquietas miradas  

Y en aquel latir armonioso y en compas de las hojas cayendo

Recuerdo…

Si… son solo recuerdos…