RICARDO ALVAREZ

TU MIRADA QUE CIEGA

 

¡ Bien amada ¡

Quien tuviera tus ojos para conquistar

los colores y sus planetas de acuarela.

Dos manos de tacto sublime

para moldear los verdes arbolados

de tus sueños celestes.

Cuando te doblas

pareces una espiga de rosas acumuladas

con un largo rayo vivo resbalando en tu espalda/

Serena te veo

como el lago azul de las siestas

renazco cuando me tiñes tus violetas

rodeando mis palomas liberadas

¡ Amor mío ¡

Si tus ojos fueran de meteorito

el mundo hubiese colapsado

y el planeta de Oz seria solo historia y mito.

Porque tu mirada ciega los astros estelares y

 los vientos asociados se inclinan a tus lados/

Cuando asomas tu piel de oliva

por el madero de la ventana

las aves de vuelo migrante

doblan en su pecho al clavel exiliado

por tus aromas de lirio perfumado.

 

El crepúsculo parece apagado,

como planeta de Urano y ceniza y

el fuego eterno inclemente

que devoro barcas y mástiles

irradia sus aguas maltrechas

en tus sudores robados.

¡ Es ahí amor ¡

Cuando tus tesoros asoman la ventana,

se parte mi grito de voz 

en tu pecho tatuados de estrellas.

Tu mirada de nuca ve mis verdades y

tus ojos de frente presagian mis mentiras.

Te llevas mis ojos ahogados

de uvas a tus territorios luminosos

saturado de vinos y otoños encendidos

en una cosecha de fértil agricultura/

 

Cuando deje mis ojos perdidos

en tu lengua de rostro impía

 el iris de flecha y aguijón clavado

en tu pestaña florida de triunfo

Todos mis alertas sentidos

de Cíclope arrodillado se pronunciaron.

¡ Valió la pena

quedar tuerto entre tus pistilos encendidos ¡

 

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