Catalina

XXII

Y meterme en tu cama para que no me hables

Y pedirte que me abraces para no tocarte

Y perderme entre tus sabanas para que me busques la vida

Y respirar de tu aliento para recordarme que hoy vivo sola

Y decirte que me hables para ya no escucharte

Y mirarte tantas veces como para recordarte nunca

Y hablarte tan despacio que tan solo suene el silencio

Y sentir tanto miedo que ya no tenga más que perder

Y volar por sobre nosotros como un alma libre

Y recordar que eres aquello que pongo en palabras

Que aunque no sé quén eres,

vienes llegando a recordarme quién soy

E imaginar los recuerdos de un eterno presente

Y decir Te Amo…

y morir en el intento.