Phuyu

Asfalto

Este soñar que tuvimos
se desvaneció
entre la brisa de otoño
entre los gritos de vagos
que aguardan en la esquinas
una moneda de tus bolsillos.

Cada beso en mi piel fue
quemando como fuego
volviendo cenizas mis suspiros
mis pasos se perdieron
como niños en el parque
dejando su inocencia en cada juego.

Ahora no somo más que
dos siluetas sin rostro.