Nieves Alvarez

Disculpen las molestias

 

No siempre las palabras saben

lo que quieren decir,

no siempre los poemas

encuentran las palabras oportunas,

las mejores metáforas,

los silencios realmente necesarios.

 

Por ejemplo, ahora mismo

me gustaría  escribir a tumba abierta,

a pantalón quitado,

a mano que se hunde en el cemento

y a interiores sin luz.

Pero no puede ser.

 

Quisiera hablar de amor

pero sólo veo guerra,

los cuerpos mutilados en el fondo

de una fosa común.

Quisiera hablar de cosas agradables

y las letras me hablan de personas,

de hombres y mujeres que mañana

seguirán sin trabajo,

políticos que hoy me están mintiendo,

sacerdotes que siguen

abusando de niños asustados,

esposos que maltratan a quien dicen amar,

personas que no pueden llegar a fin de mes,

banqueros que consiguen beneficios

que ruborizarían a cualquier inocente.

 

Pero no pasa nada, 

ya nunca pasa nada

lo mejor es mirar para otro lado,

ver lo que nos ofrece el menú suculento

de mentiras y distracciones múltiples

que nos ayudarán a sentirnos a salvo,

a seguir los programas que entretengan

el hambre de verdades

con mentiras al peso.

 

No siempre las palabras saben decir

lo que quieren decir,

no siempre los poetas decimos

aquello que debiéramos decir

hoy

un día ocho de octubre

mientras nos calentamos en poemas estúpidos

y dejamos de hablar de lo que importa.