ODA AL ROCIO -su historia y como se formó-
Lagrimas de ángel suben de la tierra
cuando raya el alba…
¡Será que en las noches los ángeles tristes
se acercan al éter a llorar sus penas!
Y pueblan las nubes de estrellas de agua,
de astros que bajan por la madrugada.
El sol tempranero en su puesta inhiesta
sustrajo el dolor, el de sus mejillas…
y en su dulce magia como lo hace siempre/
se bebió sus gotas y ahora como brilla.
Antes de la lluvia
cuando allá en las nubes hervían cataratas,
el frío en secreto escarchaba el agua
y su amigo viento al calor le hablaba…
juntos convergían en señal de amor
y así el tierno barro luciría mejor.
Por venas ocultas bajaba a la tierra el rocío divino,
hileras de aire en vapores líquidos cayendo al unísono,
ríos subterráneos llenaban las cuencas del edén terráqueo
y hondas raíces que del más allá al suelo trepaban
sustraían vida por leves renuevos
y a todo el planeta la luz le llegaba.
Natura contenta al ver que el supremo la tomó en sus brazos
le dijo a la brisa ve y riega semillas
y llena los valles de color genuino,
quiero ver jardines cubriendo los prados,
quiero ver hortensias de manos del nardo,
deseo ver las aguas besando la tierra,
corrientes corriendo llevándose el llanto.
Anhelo que el tono este en todos lados,
el rojo, el violeta, el marrón moreno,
el azul celeste, amarrillo claro,
quiero ver el verde cubriendo fronteras,
ver que la esperanza le llegue al humano/
no quiero estar sola, quiero compañía,
que los sentimientos fluyan de mis manos.
Y esa es la historia de cómo el rocío
se formó en los cielos de un suceso extraño,
y fue dado a los hombres como pacto eterno,
como un bello gesto del Dios soberano.
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