Eteri

DistraĆ­da

Estás distraída

en una efigie,

tan prolongada

como un gemido.

Agitada,

pero apacible

en tu mutismo.

Estás distraída,

incomodada y limitada

como el silencio.

Mis labios están resecos,

varados en tu sigilo,

y estás distraída

persistiendo por un beso.

Permíteme sentir

la malicia

oculta

en el desenlace de tu letargo.

Permite que se cofundan

tu aliento y mi aliento.

No te quedes callada

en el vacío convexo.

En la expansión

de nuestras formas,

déjame tocarte

habitando en tu silencio.

De las presunciones

sigo codiciando,

y tú,

que bailas en las nubes,

distraída

sigues estando.

Estás distraída,

lejana,

pero envuelta

a mi corazón trastornado;

y voy a tocarte (…),

voy a tocarte

aunque me cueste

tu silencio.

 

 

 

Eteri

20-6-11

"a mi niña perdída"