valentino arrabal

OPUS XXIII

Desarmada luz que te atas

En el fuego quiebro de una estancia

Sin remedo ni sustancia de sombras

Socavas la lentitud deshuesada de un tiempo

El tiempo de alguna vagabunda agonía.

Serenata de sombras

Al pie de una opereta de claustro mortorio

Entre brunos altares y coros de sacristía romana

Mi alma se transmuta a terciopelo de averno.