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Paisajes encadenados

 

 

Tras su cabalgadura
por tersos prados, costas y montañas,
el jinete se apura
-eludiendo patrañas-
a limpiar el hogar de sus arañas.


Tus ruedas marcan camino.
¡Destino!
Te pido que justo midas
en vidas,
y entregues a cada insulto
oculto;
-ya fuera cárcel o indulto-
la justicia con tus riendas,
cuando descubras las sendas
-destino en vidas oculto-


Solo, adivino futuro.
¡Auguro!
en el peldaño que estoy,
¡desde hoy!
Se brinden tiempos y den
¡edén!
Cúbrame el suave satén,
que es regalo del ayer,
llegado cuando por ver
-auguro desde hoy edén-


¿Pesa mi decisión?
En el futuro extiende provisiones,
que hallarán la ocasión,
para esparcir montones
de silencios y gritos por rincones.


No quede resto del poso
¡Vicioso!
¿Qué busca encontrar el ser?
¡Placer!
Al vanal con el que vivo
esquivo.
Con disfraz de apelativo
se sirve este árbol frutal,
y por porción racional
-vicioso placer esquivo-


Vapor temperado empaña.
Mañana.
Y el carbón o los diamantes
imantes,
vendrán con luz o negrura.
¡Cordura!
Evidente es atadura,
entre dado y recibido,
procura esté decidido
mañana imantes cordura.


Valga bien valorar,
los circenses compases empleados,
y sabios descartar,
los tan nocivos lados,
que hacen trampa con dados amañados.


318-omu G.S (bcn-2011)