JUSTO ALDÚ

JUNTO A LA HOJARASCA

A MARGARITA...

 

Las hojas bronceadas por el atardecer

concluyen en el piso

sienten que mi ausente amor ya no regresa.

 

Y yo sigo  en vigilia junto a esos huertos baldíos,

porque aún no termina la jornada sudorosa

ni el centro de mis penas.

 

Para ti, fue la primavera

Para mí, hoy  es el otoño

Para ti, encendidos  luceros

Para mi…, ya no brillan ni el humo de tus luces

hoy tan lejanas.

Echaste mi alegría de vivir a volar,

fue entonces que  brilló mi tiempo sombrío.

 

Te di el fondo de las cosas

ya no me queda nada para darte

más que una hoja de pino  enardecida por la herrumbre.

Septiembre amainó los vientos

y  me hizo cortar la medianoche con un giro

al filo de tu llamado y el deseo.

Recuerdos… Solo recuerdos…

El rito inicial, los torpes besos a tientas,

la humedad profundamente cálida.

Entonces tus besos no sabían de adioses.

Hoy el llanto es simiente junto a la hojarasca

ahogado en tu cuerpo lejano

y en la memoria turbulenta.

Y yo... yo me hundo en la distancia

asomándome en nuestras  vidas

entre sorpresas y temblores,

como  ceremonia de un tiempo

que jamás será olvidado.

 

Yo, para quien la noche hoy se levanta

quiero apagar nuevamente en ti todo el misterio.